La librería es uno de los elementos más polifacéticos y versátiles del mundo de la decoración: tradicionalmente usada para el almacenamiento, hoy en día se utiliza cada vez más como vínculo dinámico entre dos ambientes contiguos o como pared divisoria cuando, en viviendas de espacios reducidos o grandes espacios abiertos, se quiere crear un nuevo rincón en el hogar.
En el salón, su ubicación original, es ideal para colocarla en la pared, desvincularla de su función única de estantería y aprovechar de este modo las soluciones integradas que ofrece para una vida contemporánea en la zona de estar. De hecho, puede incluir un hueco para la tv o integrar una estación de trabajo, perfecta para satisfacer las necesidades del teletrabajo y la frecuente falta de espacio adicional en el escritorio.
En ese caso, Arredo3 ofrece dos soluciones diferentes modulares y personalizables: Factory, ideal para fijarla a la pared y personalizarla con paneles de acabado, y Free, emblema de la libertad compositiva. Esta última, además de poder fijarse a la pared, es la solución ideal para quien desea crear una comunicación con los otros ambientes de la casa, la cocina en primer lugar.
Una vez definida su connotación estructural, podemos centrarnos en su caracterización estética: tanto si mantiene la continuidad con el estilo del ambiente en el que se encuentra como si se tiñe de tonos que rompen con los espacios que pretende separar, puede modificarse recurriendo a los numerosos acabados ya disponibles para las cocinas y los salones Arredo3.
Conviene prestar especial atención a la elección de los objetos que colocar en los estantes de la librería y a su posición: como en todas las cuestiones relativas a la decoración, no existen dictados rígidos, sino simplemente sugerencias y consejos que debemos hacer propios y poner en práctica.
La alternancia de espacios llenos y vacíos que puede crearse a nivel estructural aporta ya una marcada impronta estilística: la personalización total de las librerías Arredo3 permite introducir no solo estantes de forma escalonada, sino también módulos adicionales, desde bandejas con laterales hasta botelleros.
Lo ideal para decorar la librería es elegir pocos objetos, pero coordinados: no pueden faltar los libros, para los cuales no rige ninguna discriminación de género, sino solamente una cuidadosa colocación siguiendo una coherencia de colores y tamaños de las cubiertas. Indispensable el toque verde: es posible usar desde hierbas aromáticas hasta plantas suculentas, sin olvidar las plantas trepadoras, que podrían colocarse en los estantes más altos y bajar elegantemente a lo largo de la librería.
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