Cristalino, ahumado o con matices de color: el cristal es el aliado perfecto para diseñar espacios capaces de dialogar con el entorno exterior. Los grandes ventanales con vistas a la naturaleza o a la ciudad son imprescindibles si deseas una vivienda que te haga sentir que formas parte de una comunidad más amplia y en total armonía con el entorno. Pero eso no es todo: incluso quienes disfrutan despertándose con los rayos del sol iluminando la habitación apreciarán sin duda las cualidades del cristal, que deja filtrar la luz, tiñéndolo todo de un brillo casi mágico.

Empecemos por la cocina, un espacio donde los días cobran forma y escriben nuestras historias personales, día tras día: ¿cómo encaja el cristal en ese entorno? Puertas, aparadores con vitrinas, objetos decorativos. Son muchas las formas en las que este material, tan transparente y sostenible, puede encajar en cocinas de inspiración moderna o contemporánea. Quienes prefieren un aspecto riguroso a la par que ligero no podrán prescindir del cristal para sus muebles altos de cocina y darles así un aspecto limpio y aireado a la vez. El cristal también es una solución perfecta para quienes desean aportar un toque de elegante ligereza a la zona de estar: deja que el colorido cristal de las copas, la elaboración de los platos, y, por qué no, los accesorios de decoración hábilmente dispuestos enriquezcan la estancia con un toque de carácter. ¿En qué brillante inspiración te reconoces?